Un implante dental es una estructura artificial hecha normalmente de titanio o zirconio que se coloca quirúrgicamente en el hueso maxilar o mandibular para reemplazar la raíz de un diente perdido.
Funciona como una base sólida sobre la cual se puede colocar una corona (diente artificial), puente o incluso dentaduras completas. Es la solución más cercana a un diente natural en funcionalidad y estética.
Un implante suele constar de tres partes:
Fase | Qué ocurre | Tiempo estimado |
---|---|---|
Evaluación inicial | Radiografías, escáner 3D, estudio del hueso | 1 visita |
Cirugía de implante | Se inserta el tornillo en el hueso bajo anestesia local | 30–90 minutos |
Osteointegración | El hueso se fusiona con el implante | 2–6 meses |
Colocación de pilar y corona | Se conecta la prótesis definitiva | 1–2 visitas |
Osteointegración es el proceso biológico donde el implante se integra al hueso, como si fuese parte de él. ¡Clave para el éxito!
Lo ideal es que el paciente tenga:
En casos donde no hay suficiente hueso, se puede recurrir a injertos óseos o elevaciones de seno maxilar para asegurar soporte adecuado.
Hoy en día se utilizan técnicas de vanguardia como:
Requisitos | Contraindicaciones |
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Buen volumen y calidad ósea | Infección activa en la zona |
Estabilidad primaria del implante | Bruxismo severo |
Ausencia de quistes o lesiones | Alveolo demasiado grande |
Buena salud general del paciente | Enfermedad periodontal avanzada |
La sedación consciente intravenosa (IV) es una técnica avanzada utilizada en odontología para facilitar procedimientos que pueden resultar largos, complejos o generar ansiedad en el paciente. Aunque suena técnico, su funcionamiento es bastante sencillo de comprender.
Se denomina "intravenosa" porque los medicamentos sedantes se introducen directamente en el torrente sanguíneo a través de una vía colocada en el brazo o la mano.
Esto permite un control muy preciso sobre el nivel de sedación, ya que el profesional puede ajustar la dosis en tiempo real según las necesidades del paciente.
El paciente entra en un estado de relajación profunda: se reduce la ansiedad y el miedo.
Aunque está despierto y puede responder a estímulos, experimenta una sensación de tranquilidad, somnolencia y, en muchos casos, amnesia parcial (no recuerda el procedimiento).
La percepción del tiempo se altera, haciendo que el tratamiento parezca mucho más corto.
La seguridad es uno de sus puntos fuertes:
Se realiza siempre bajo supervisión médica directa, en entornos preparados y con profesionales entrenados.
Se monitoriza constantemente:
Ritmo cardíaco
Presión arterial
Oxigenación
El paciente también recibe oxígeno suplementario si es necesario, y se mantiene en todo momento la capacidad de respirar por sí mismo.
Generalmente, se administran benzodiacepinas (como midazolam) que tienen propiedades sedantes, ansiolíticas y amnésicas.
En algunos casos se combinan con otros medicamentos para potenciar el efecto o mejorar la recuperación.
El efecto desaparece progresivamente tras finalizar el tratamiento.
Aunque la recuperación suele ser rápida, se recomienda que el paciente esté acompañado y no conduzca durante varias horas.
La sedación consciente intravenosa es ideal para quienes quieren vivir la experiencia dental de forma relajada, segura y sin angustias. Con el equipo adecuado, puede transformar una sesión potencialmente estresante en un momento tranquilo y controlado.
Nuestro equipo de especialistas abarca todas las ramas de la odontología: desde tratamientos infantiles y ortodoncia, hasta estética dental, implantología y cirugía oral.